Patología Psiquiátrica

Los trastornos psiquiátricos son aquellos en los que se da una alteración química cerebral evidente y los cuales necesitan de un tratamiento psicofarmacológico como base.

Éste es el caso de patologías tales como la esquizofrenia, el trastorno delirante o el trastorno bipolar. Este tipo de problemáticas tienen su razón de ser en un desequilibrio de los procesos de funcionamiento normales del cerebro. Es por eso, que un tratamiento médico-psiquiátrico es esencial para poder restaurar aquellos mecanismos cerebrales que por si solos tienden a descompensarse.

No obstante, resulta de vital importancia en estos casos la intervención psicoterapéutica tanto con la persona que padece la enfermedad, como con su familia.

Es esencial que estos pacientes y su familia adquieran una buena conciencia sobre el problema. Es decir, que reconozcan (acepten) la enfermedad, sepan en que consiste, hasta donde les afecta y cuales son las limitaciones que entraña.

Una buena conciencia de la enfermedad ayudará a mantener una correcta adhesión al tratamiento farmacológico evitando que éste sea abandonado y previniendo así las continuas recaídas que suelen darse por esta razón.

Por otro lado, la aceptación de la enfermedad deriva en una mejor convivencia con la misma y con el entorno que rodea al individuo. Conocer cuales son sus limitaciones y cuales no y hacer un trabajo al respecto, es algo muy importante a la hora de potenciar al máximo la autonomía del paciente y evitar así que éste caiga en un proceso de abandono y deterioro psicosocial.

A menudo, las personas con una patología psiquiátrica son más capaces de lo que parecen, sólo hay que ayudarles y motivarles a desarrollar sus propios recursos, de esto dependerá su autoestima y que su vida esté más o menos independiente.

Aunque las patologías psiquiátricas son crónicas, en muchos casos el paciente puede llevar una vida normalizada si se tratan correctamente por lo que el tratamiento combinado de psicoterapia y farmacología resulta muy beneficioso. De lo contrario, la enfermedad suele desarrollarse con mucha rapidez y gravedad.

Por último, es interesante apuntar que el consumo de substancias, así como un alto nivel de estrés pueden complicar dichas patologías aumentando considerablemente la posibilidad de que se desencadene un brote psicótico. Por lo tanto, unos hábitos de vida saludables serán básicos para mantener la estabilidad de estos pacientes.

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